martes, 21 de junio de 2016

Determinación psicosocial del padre

Las instituciones sociales actuales centran gran parte de sus esfuerzos en el empoderamiento de la mujer, pero de una manera inherente estos fenómenos de equidad provocan una confusión respecto a la masculinidad, que en ocasiones causa indiferencia; en otras ocasiones, menosprecio y se le observa bajo un lente cauto, ya que su enunciación remite -para muchas personas- al histórico machismo opresor. Estos escenarios crean una confusión respecto a la paternidad y el papel del hombre en la familia.Lasfamilias se han complejizado y por lo menos -nominalmente-puedenestar constituidas monoparentalmente, esto crea la idea de que tanto como madre y padre son figuras intercambiables y sobre todo la del padre, como prescindible, pues se cree que esinnecesario para la óptima formación y educación de los hijos.

El buen padre desde esta postura parcial, es aquel que funciona como una “segunda madre”, replicando las tareas que hace mamá en el cuidado de los hijos de forma indiferenciada y cuando la paternidad se desvía de estos “cánones”, es vista con hostilidad o bajo sospecha. En otros casos el hombre al no saber cómo ejercer su paternidad actúa como si fuera “el amiguito” de sus hijos, entrando en un juego de quedar bien con ellos y siendo poco creíble o implicado cuando el momento requiere disciplina y sobriedad adulta.

La paternidad tiene una especificidad que es irremplazable. En un primer momento, en el que el niño presenta mayor vulnerabilidad, el padre debe procurar launión entre la madre y bebé. En un siguiente momento, cuando el niño comienza a caminar, a hablar y a cuestionar su realidad; el padre adquiere una relevancia mayor, ya que este se convierte en el protagonista de la ejercitación del niño, esto quiere decir que es el padre quien muestra la realidad a ese ser recién llegado. Le enseña a enamorarse del mundo.

Más que otra cosa, el padre es un reorganizador, separa al niño de su propio narcisismo, rompiendo toda barrera de individualismo; lo instaura en un marco social, de leyes, cooperación, solidaridad, en otras palabras, lo invita a un proyecto de civilización.
Según David Gutmann la "desculturización de la paternidad", es la fragmentación de la sociedad en individuos atomizados, aislados unos de otros y extraños a las necesidades y bienestar que demanda la familia, la comunidad y la nación (Calvo, 2015).A su vez, la cultura es transmitida por el padre a través de los valores como curiosidad, el asombro, el liderazgo, el respeto, el sacrificio, la valentía y la fortaleza.  Él contiene los impulsos agresivos de los hijos y los transforma en herramientas de producción creativa y afectuosa, delimita las normas y las hace valer. Promueve la disciplina, el ingenio y el esfuerzo como forma de vida y medio de alcanzar metas.

En este punto es conveniente preguntarnos si una madre es capaz de realizar también todas estas tareas y la respuesta es no, puesto que la madre ya desempeña por sí misma funciones maternales y de ser posible sería una relación bizarra psicotizante (te alejo y te acerco, lo eres todo y no eres nadie al mismo tiempo), entonces estas tareas tienen que ser realizadas por una tercera persona que irrumpa en el idilio madre-hijo.

Los principales problemas relacionados respecto a la paternidad en términos generales son:


·         Ausencia del padre biológico.
·         Padre desatendido o ausente psicológicamente.
·         Padres con deseo de implicarse, pero que no saben cómo hacerlo (Calvo, 2014).

En cuestiones psicopatológicas, las personas que tuvieron un padre ausente son propensas a tener menor control impulsos, bajos niveles de empatía y de vivircon más carga de culpabilidad (Messer, 1989); por lo que la ausencia de la figura paterna, en combinación con otros factores de riesgo social, puede elevar la posibilidad de que se desplieguen conductas agresivas o destructivas. (Vaden-Kierman, 1995).
En conclusión ambos roles, tanto de madre como de padre son vitales para el correcto equilibrio de la personalidad y el proceso de socialización. La diferenciación sexual con que el niño o la niña percibe a sus padres, le ayuda a comprender que cadauno tiene sus puntos en común y se cimentará un respeto más profundo por la diferencia. La diversidad que se crea al complementar ambos padres proveerá de medios creativos de resolución de problemas, alejando a los niños del ejercicio de la violencia física y psicológica.  Ser padre es una enorme responsabilidad social, ya que forma adultos fuertes y libres.

Bibliografía

Messer, A. (1989) Boys Father Hunger: The Missing Father Syndrome, Medical Aspects of Human Sexuality. Virginia.

Vaden-Kierman, N. Pearson, J. (1995) Aggressive Behavior: A Longitudinal Study of Urban Elementary School Children,"Journal of Abnormal Child Psychology 23, no. 5

Calvo, M. (2015) La importancia de la figura paterna en la educación de los hijos: estabilidad familiar y desarrollo social. Instituto Internacional de Estudio Sobre la Familia. Madrid.

Calvo, M. (2014) Padres destronados. Toro Mítico. Madrid


Psic. José Luis Ramírez Esparza