viernes, 13 de mayo de 2016

Perspectiva fenomenológica de la madre soltera

La escena que se presenta frente a la maternidad, deviene en conjunto con las realidades sociales y económicas actuales, pero al mismo tiempo, se articula bajo preceptos arcaicos que a modo de prejuicios distorsionan la toma de posición frente a tan complejo tema. En este caso, nos centraremos en la situación fenomenológica de la madre soltera.

En el 2010, el número de madres solteras ascendía a 880 mil, seis de cada diez viven en casa de su padre o madre y  aportan al 47.3% de la economía nacional, incluyendo a solteras, divorciadas y viudas (INEGI, 2010).

La maternidad en nuestro mundo mestizo mexicano, sigue siendo considerada como un acto sublime, protegido de sí mismo y socialmente por dos instituciones: el matrimonio y la familia. (Gonzalbo, 2006).  Bajo este precepto, en tiempos coloniales son las propias familias las encargadas de dar escarnio a aquellas integrantes madres solteras, retirándoles su apoyo e incluso vituperando su honorabilidad. Con el movimiento histórico de liberación femenina la situación ha mejorado en cuanto al concepto que se tiene de la madre soltera, sin embargo, aún existen muchos obstáculos por sortear. El primer contratiempo que se encuentra es la estandarización de la madre soltera como un grupo cerrado “de riesgo”, cuando en la realidad, cada madre, es una historia única conformada por su forma de ser y la de los grupos de donde viene. Al ver que el elemento central de la maternidad es la propia madre, nos planteamos como profesionales las siguientes cuestiones: ¿qué capacidades tiene?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿cuáles son sus actitudes respecto a la vida?, ¿cómo puede ayudársele a desarrollar su potencial?, ¿qué clase de trabajo sería apropiado para ella dentro de cinco, diez o veinte años? (Narramore, 1987)

Aún con las avances en materia de comprensión y apoyo institucional, la madre soltera sigue sintiendo frecuentemente alguna carga de culpa. Y esta culpa a veces recae en sentir que no se les da algo completo a los hijos, que hay una falta y sin embargo, al mismo tiempo se administra en el cumplimiento de tareas propias de ambos roles, paternos y maternos, en tareas de educación, domesticas, culturales y económicas, lo cual es un enorme reto. Dedican gran parte de su tiempo trabajando y estudiando, por lo que hay madres que sobre-compensan esta carencia de contacto con sus hijos.

El halo actual de la madre soltera incluye también el de la “supermamá” capaz de hacer todo, rescatadora y que sacrifica todo por el bienestar de sus hijos. Tampoco se trata de idealizar esta figura, sino de reconocer las capacidades y limitaciones que conforman a cada mamá. La madre tiene que estar bien, primero consigo misma, cumplir con sus metas y anhelos en la medida de lo posible; dar el cariño sincero de una madre y reconocer que la felicidad es un legado que se puede pasar de una madre a un hijo.

Psic. José Luis Ramírez Esparza

Fuentes:
Instituto de Estadística, Geografía e Informática (2010). Estadística a propósito del día de las madres. Datos nacionales. México: Autor.
Gonzalbo A., P. (2006). Fracaso del amor: género e individualismo en el siglo XIX mexicano. Historia de México.

Narramore, C. (1987). Enciclopedia de problemas psicológicos. Miami, FL: Unilit.